El primer ministro ruso, Mikhail Mishustin, visitó Beijing este 24 de mayo y afirmó que las relaciones entre Rusia y China se encuentran en un nivel sin precedentes. Durante su visita, firmó acuerdos económicos y se reunió con el presidente chino Xi Jinping y el primer ministro Li Qiang.
Los acuerdos firmados incluyen pactos de cooperación en servicios comerciales, exportación de productos agrícolas y un aumento del 40% en las exportaciones de energía rusa a China, según el viceprimer ministro ruso Alexander Novak.
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La dependencia de Moscú de su nuevo aliado chino se ha intensificado debido a las sanciones financieras impuestas por Occidente debido a la invasión a su vecino país. China se ha convertido en el mayor socio comercial de Rusia, con un comercio bilateral de 190.000 millones de dólares en 2022.
A pesar de las sanciones occidentales, China ha mostrado disposición para promover una cooperación pragmática con Rusia en varios campos y llevarla a un «nuevo nivel», según el primer ministro Li.
Expertos señalan que Beijing ve oportunidades económicas en las sanciones contra Rusia, ya que no enfrenta las mismas consecuencias. Las exportaciones de gas ruso hacia Europa y Estados Unidos han disminuido, pero China se ha convertido en el principal cliente de energía de Rusia.
La firma de los nuevos acuerdos entre Rusia y China ha ocurrido a pesar de la «presión de sanciones ilegítimas» de Occidente, según destacó el primer ministro Mishustin.
Sin embargo, los aliados occidentales continúan ejerciendo presión y endureciendo las sanciones contra Rusia. La reciente cumbre del G7 instó a China a presionar a Rusia para que retire sus fuerzas de Ucrania.
Beijing ha rechazado los intentos de vincular su asociación con Moscú a las acciones del Kremlin en Ucrania y ha declarado neutralidad en el conflicto. Aunque su postura es vista con desconfianza desde Occidente, China defiende su derecho a colaborar con cualquier país que elija.
A pesar de su supuesto respaldo a Putin, China ha buscado promover conversaciones de paz y un acuerdo político en Ucrania. Sin embargo, ha sido cauteloso en su postura y críticos señalan que su propuesta de paz podría beneficiar a Rusia y permitirle controlar más territorio.
En resumen, la visita de Mishustin a Beijing demuestra el estrechamiento de los lazos entre Rusia y China en medio de la presión occidental. Ambos países buscan fortalecer su cooperación económica y enfrentar juntos las sanciones impuestas por Occidente. Aunque Beijing insiste en su neutralidad en el conflicto ucraniano, su papel diplomático ha sido recibido con escepticismo y desconfianza.